Para conseguirlo hay que dormir más, vivir con atención plena, tomar el sol, tomar tierra, caminando descalzo o nadando en el mar, hidratarse bien, comer sano y cuidar la columna. ¡Decide ser feliz!J
Don’ t worry be happy’, letra principal de la conocida canción humorística compuesta por Bobby McFerrin en 1988, parece ser el mejor remedio para prevenir enfermedades crónicas y mejorar nuestro estado de salud.
Varios estudios científicos han demostrado que la emocionalidad positiva afecta directamente el sistema cardiovascular. Uno de estos estudios, llevado a cabo en la universidad de Graz, Austria demostró que la gente con actitud positiva tiene mejor ritmo cardíaco y menor variabilidad del ritmo cardíaco. (Health Psychol. 2014 Sep;33(9):1065-73. doi: 10.1037/hea0000079. The manifold effects of positive affect on heart rate variability in everyday life: distinguishing within-person and between-person associations. Schwerdtfeger AR1, Gerteis AK1).
Los mismos científicos de la universidad de Graz publicaron el año pasado otro estudio, cuya conclusión fue que la gente con actitud positiva durante el día, tiene mejor ritmo cardiaco y menos variabilidad del ritmo cardiaco durante la noche. (Int J Behav Med. 2015 Feb;22(1):132-8. doi: 10.1007/s12529-014-9396-4. Daily positive affect and nocturnal cardiac activation. Schwerdtfeger AR1, Friedrich-Mai P, Gerteis AK).
En octubre del 2015, científicos de la Universidad de Pittsburg, publicaron otro estudio según el cual las emociones positivas disminuyen la probabilidad de ictus. (Health Psychol. 2015 Oct;34(10):1043-6. doi: 10.1037/hea0000228. Epub 2015 Apr 13. Positive psychological health and stroke risk: The benefits of emotional vitality.Lambiase MJ1, Kubzansky LD2, Thurston RC3.3Department of Psychiatry, University of Pittsburgh School of Medicine).
Por lo tanto, tener actitud positiva y ser feliz durante el día, mejora el ritmo cardiaco, protege el corazón durante la noche y previene el ictus.
¿Entonces por qué no somos siempre felices? ¿Qué es lo que interfiere en la felicidad? La felicidad depende de cómo hemos aprendido a percibir y construir nuestra realidad, de experiencias personales y emociones, estilo y hábitos de vida, sobre todo estrés y falta de sueño.
El estrés puede ser nuestro mejor amigo o el mayor enemigo. Un poco de estrés es muy saludable. Estimula nuestro sistema nervioso y ayuda defendernos de peligros inminentes. No obstante, demasiado estrés nos puede enfermar.
¿Qué es el estrés? Es una reacción fisiológica natural. Cuando percibimos un peligro, real o imaginario, una parte de nuestro cerebro llamada hipotálamo produce una substancia llamada CRF (Cortisol Releasing Factor). El CRF estimula la producción de la hormona ACTH (hormona adrenocorticotrópica ). Dicha hormona viaja a través de la sangre y del sistema nervioso autónomo hacia las glándulas adrenales o suprarrenales (situadas encima de los riñones) y estimula de inmediato la producción de las hormonas adrenalina, noradrenalina y glucocorticoides. Se produce la conocida respuesta ‘lucha o huida (del inglés ‘fight or flight’), que nos prepara para defendernos o huir del peligro. Aumentan el ritmo cardiaco, la presión de la sangre y el ritmo respiratorio. Además el riego sanguíneo de la piel, del sistema gastrointestinal y musculo esquelético se reduce siendo dirigido hacia el cerebro, corazón y glándulas suprarrenales. Cuando, por fin, estamos a salvo, el nivel de estas hormonas baja y el riego sanguíneo se normaliza.
En cambio, cuando percibimos peligro al enfrentarnos mentalmente a situaciones de lucha en el trabajo, en casa o por la calle, estas hormonas se producen de manera continuada. Con el tiempo las glándulas suprarrenales se agotan causando un desequilibrio hormonal con síntomas de fatiga, baja energía vital y depresión.
Además disminuye la producción de serotonina y dopamina. Estos neurotransmisores tienen efecto calmante y regulan procesos fisiológicos importantes como la expresión de emociones, la líbido, el apetito y el sueño. Por lo tanto, tienen un gran impacto sobre nuestra felicidad.
Las preocupaciones, la tristeza y desesperanza afectan mucho el sueño, y muchas veces el insomnio precede la depresión. De hecho, cuando no dormimos suficiente y no descansamos bien durante la noche la mayoría nos sentimos fatigados, bajos de ánimo y malhumorados. Cuando esto perdura, suele aparecer la ansiedad, la cual solicita nuevamente las glándulas suprarrenales contribuyendo a más ansiedad y depresión.
¡Duerme una hora extra para ser feliz! Un estudio científico efectuado en la Universidad de Michigan concluyó que una hora extra de sueño cada noche tuvo mayor impacto sobre la felicidad de los norteamericanos que ganar $60,000 más al año.
¡Vive el verano con atención plena y se feliz! J Otra manera de volver a ser feliz es practicar ‘Mindfulness’ (Atención Plena). Se trata de parar la mente y concentrarse plenamente en lo que estemos viendo, escuchando, sintiendo, saboreando, aquí y ahora.
Es un tipo de meditación que se ha hecho muy popular en los últimos años. De hecho, se está utilizando cada vez más en el tratamiento psicoterapéutico de la ansiedad y depresión.
La Dra. M. Teresa Miró de la Facultad de Psicología, Universidad de La Laguna, Tenerife, publicó un amplio estudio sobre los beneficios terapéuticos de ‘Mindfulness’ en pacientes con ansiedad y depresión. Concluyó que “podría ser un coadyuvante significativo en el abordaje de tales síntomas. (Eficacia de los tratamientos basados en Mindfulness para los trastornos de ansiedad y depresión: Una revisión sistemática. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 16, N.º 1, pp. 1-14, 2011).
La mayoría hemos adquirido el mal hábito de pensar en mil cosas mientras estamos trabajando, conduciendo, caminando, haciendo la compra, comiendo, haciendo tareas caseras o, intentando descansar. La mente no para. Suele imaginar y anticipar todo tipo de situaciones que el hipotálamo puede interpretar como peligrosas. Se pone en marcha la respuesta de estrés ‘lucha o huida’. Es como correr siempre con un león o un tigre detrás. No es de extrañar que estemos agotados.
No es extraño que en ocasiones, caminando por la calle o conduciendo el coche ni siquiera sepamos cómo hemos llegado al destino propuesto. Nos pasan los días, semanas, meses, las estaciones y los años sin ser conscientes de cuando hemos vivido. Quizás por esto tengamos la sensación de que el tiempo pasa mucho más rápido que antaño.
Sin duda, vale la pena aprender como practicar ‘Mindfulness’ y vivir con Atención Plena. Hace unos meses visité a una de mis pacientes que siempre estaba muy tensa. Esta vez noté un cambio asombroso a nivel de la musculatura paravertebral. Me confesó que, desde hacía un mes, estaba practicando ‘Mindfulness’. Había empezado después de haber leído el libro ‘Con rumbo propio” del Dr. Andrés Martín Asuero. Compró sus CDs de relajación online, los grabó en un MP3 y los escuchaba cada mañana.
En nuestro centro contamos con un profesional que os puede orientar, aconsejar y tratar los problemas relacionados con el estrés, la ansiedad o el estado de ánimo decaído; con mindfulness y con otras herramientas específicas.
¡Toma el sol 20 minutos al día! El sol ayuda producir de la vitamina D.
Cuando tomamos el sol una substancia llamada 7-dehidrocolesterol, que se encuentra en nuestra piel se transforma en vitamina D3, siendo es metabolizada en su forma activa en el hígado y en los riñones.
La vitamina D es necesaria para el metabolismo de los huesos. Además, es imprescindible para el metabolismo de los lípidos (triglicéridos y colesterol), y para el sistema inmunitario.
Varios estudios han demostrado que la falta de vitamina D está relacionada con el aumento de cáncer sobre todo de colon, enfermedades autoinmunes, cardiovasculares, diabetes, etc.
En los últimos años se ha verificado una ‘epidemia’ de deficiencia de vitamina D, tanto en adultos como en niños. Una de mis pacientes, profesora alemana, me preguntó un día como sea posible que después de más de 30 años de vivir en España, “país del sol” tenga deficiencia de vitamina D.
Una de las causas es el uso de productos con factor de protección solar (SPF). Un estudio publicado en New England Medical Journal concluye que la aplicación de productos con SPF 30, reduce la penetración de los rayos UVB necesarias para producir la vitamina D entre un 95- 98%. (Holick MF. Vitamin D deficiency. N Engl J Med. 2007; 357:266–81. doi: 10.1056/NEJMra070553)
Es recomendable exponerse al sol 20 minutos al día sin protección tomando las precauciones necesarias: hay que hacerlo cuando el sol es suave: a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Esta breve exposición de 20 minutos es suficiente para que el cuerpo sintetice una importante cantidad de vitamina D.
En todo caso, siempre manteniendo conciencia sobre el peligro de una exposición prolongada o en las horas centrales del día; considerando nuestro tipo de piel: más blanca o más oscura; teniendo en cuenta el lugar en el que nos encontremos: a mayor o menor altitud, lugar seco o más húmedo; y, consultando con un profesional que nos asesore si tenemos dudas.
El peligro de cáncer de piel se debe principalmente a la exposición excesiva e indiscriminada durante muchas horas. También contribuyen otros factores como la falta de hidratación, al consumos de alimentos y bebidas con conservantes, colorantes y edulcorantes sintéticos y cancerígenos, la falta de sueño y el estrés generado por nuestra propia mente.
Para más información leer el artículo “Sunlight and Vitamin D, A global perspective for health.” Matthias Wacker and Michael F. Holick* Dermatoendocrinol. 2013 Jan 1; 5(1): 51–108. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3897598/.
¡Toma tierra! En nuestro entorno, la contaminación electromagnética es cada vez más potente. Wifi, ordenadores, teléfonos móviles, alarmas antirrobo, antenas, etc. Nuestro cuerpo acumula demasiadas ondas electromagnéticas.
¿Qué podemos hacer para defendernos? Además de apagar el wifi por la noche, poner el móvil en modo avión, lejos de la cama y no poner la alarma, mientras estemos en casa, sería muy útil descargar el exceso de energía electromagnética tomando tierra. Esto se puede hacer caminando o haciendo ejercicios en el césped, en el bosque o en la playa descalzos, mínimo 5 -10 minutos.
Os recomiendo el Ejercicio ‘Balance & ‘Grounding’ (del inglés ‘Equilibrio y Toma de Tierra’) – (leer más) También ayuda nadar, sobre todo en el mar. Os recomiendo nadar 20– 30 minutos, usando gafas y tubo para relajar la musculatura cervical.
El Dr. Ignacio Umbert, ilustre dermatólogo, experto en inflamación por estrés, de la clínica Corachán, recomienda a sus pacientes nadar con gafas y tubo durante todo el año. Además de descargar energía electromagnética, nadar con gafas y tubo ayuda en la relajación de la musculatura cervical y relaja la mente.
¡Hidrátate Bien! En verano hay que hidratarse más. De hecho, todos solemos beber más agua y también más refrescos.
¡Ojo a las bebidas ‘light’ o ‘cero’! Un estudio efectuado por científicos israelís, en 2014, demostró que los edulcorantes artificiales alteran la flora intestinal y producen intolerancia a la glucosa. En consecuencia, pueden afectar el sistema inmunitario, conducir a enfermedades metabólicas y obesidad. (Artificial sweeteners induce glucose intolerance by altering the gut microbiota. Nature. 2014; 514(7521):181-6 (ISSN: 1476-4687) Suez J; Korem T; Zeevi D; Zilberman-Schapira G; Thaiss CA; Maza O; Israeli D; Zmora N; Gilad S; Weinberger A; Kuperman Y; Harmelin A; Kolodkin-Gal I; Shapiro H; Halpern Z; Segal E; Elinav E).
Los refrescos azucarados tampoco son muy saludables.
¿Entonces cual es el mejor refrescante en verano? Sin ninguna duda, el Agua sigue siendo la bebida más sana. Lo mejor es tomar agua de botella (con residuo fijo de menos de 250mg/l) o filtrada por osmosis inversa. Se puede tomar con zumo de limón y cubitos de hielo o, preparar un refresco con 1 l de agua añadiendo un limón cortado y hojas de menta fresca. Se deja reposar unas 2-3 horas o durante la noche en la nevera.
Otro refresco muy saludable y sabroso es el té frio, Rooibos con limón y canela (Ver receta)
El verano pasado publiqué un artículo sobre la necesidad de hidratarse bien durante todo el año para evitar enfermedades crónicas como la hipertensión, estreñimiento, cistitis, etc. (Ver artículo)
¡Cuida tu columna! La comunicación del cerebro con todos los órganos, incluido la piel, ocurre mayormente por los nervios espinales, que pasan entre las vertebras. Cuanto mejor alineadas estén y mejor conservan el movimiento intervertebral, mejor funcionan el sistema nervioso, inmunitario y más Energía Vital tenemos.
Cuando las vertebras estén bien ajustadas tenemos más Energía Vital, somos más sanos y más felices. Las vertebras se bloquean con frecuencia por malos hábitos posturales, permanecer sentados demasiadas horas, movimientos asimétricos durante los deportes como el tenis, pádel, futbol, etc. Esto vale para todos, adultos y niños.
Os recomiendo una revisión y ‘puesta a punto’ de la columna antes de las vacaciones. También os recomiendo seguir haciendo los 5-10 min de ejercicios básicos para la columna cada mañana. Ver tabla de ejercicios.
A mis pacientes, que durante las vacaciones dejan de hacer estos ejercicios, les pregunto si también dejan de lavarse los dientes. La respuesta es siempre: “Por supuesto que no.”
La mayoría somos conscientes de la importancia de esta rutina diaria. Hemos aprendido desde la infancia que para evitar caries y conservar todas las piezas es necesario lavar los dientes después de las comidas y programar limpiezas dentales periódicas.
Sin embargo, nos falta educación respecto a la importancia de la higiene postural y de la necesidad una rutina diaria de ejercicios para mantener las vertebras sanas y bien alineadas para evitar la artrosis, optimizar la comunicación del cerebro con todos los órganos del cuerpo, potenciar las defensas y aumentar la Energía Vital. ¡No es demasiado tarde para aprender!
¡Feliz Verano a todos!
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