“Los campos electromagnéticos (CEM) pueden ser divididos en un sentido muy amplio en campos eléctricos y magnéticos estáticos y de baja frecuencia, donde las fuentes más comunes incluyen las líneas de energía, los artefactos electrodomésticos y las computadoras y campos de alta frecuencia o radiofrecuencia, siendo las principales fuentes los radares, las instalaciones de radio y televisión, los teléfonos móviles y sus estaciones bases, los calefactores de inducción y los dispositivos antirrobo”…
“Los campos eléctricos de baja frecuencia influencian la distribución de las cargas eléctricas en la superficie de los tejidos conductores y causan el flujo de corrientes eléctricas en el cuerpo (fig. 2A).Los campos magnéticos de baja frecuencia inducen corrientes que circulan dentro del cuerpo humano (fig. 2B).
La intensidad de estas corrientes inducidas depende de la intensidad del campo magnético externo y del tamaño del circuito a través del cual la corriente fluye. Cuando son suficientemente grandes, estas corrientes pueden causar estimulación de los nervios y músculos.”
CONCLUSIONES DE LAS INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS)
El conocimiento científico acerca de los efectos en la salud de los CEM es considerable y está basado en un gran número de estudios epidemiológicos, en animales e in-vitro.
Muchos resultados, que van desde defectos reproductivos a enfermedades cardiovasculares y neuro-degenerativas, han sido examinados, pero la más consistente de las evidencias a la fecha es la concerniente a la leucemia en niños. En el 2001 un grupo de trabajo confirmado por científicos expertos de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer de la OMS (IARC) reviso estudios relacionados a la carcinogenicidad de los campos eléctricos y magnéticos estáticos y de frecuencias extremadamente bajas (ELF)…
Para más información:
http://www.who.int/peh-emf/publications/capitulo1_evidencia_presente.pdf?ua=1