La primavera ya casi está aquí con su esplendida ‘explosión’ alegre de brotes, flores, colores y olores.
Cada año la naturaleza se renueva y parece que nos invita volver a la vida con la ilusión y esperanza de un nuevo comienzo. Salir a caminar, jugar, reír y disfrutar.
Para lograrlo, necesitamos ayudar a nuestro cuerpo a recuperarse y mantener una buena salud y así disponer de energía vital, en abundancia. Necesitamos mantener el equilibrio fisiológico, también llamado homeóstasis.
Como ya se sabe, los cambios climáticos de temperatura, humedad y de luz, típicos de la estación primaveral, desafían nuestro cuerpo y no siempre resulta fácil mantener el equilibrio fisiológico.
La Quiropráctica ayuda a nuestro sistema nervioso e inmunitario.
Afortunadamente todos poseemos la capacidad innata para adaptarnos.Para que la adaptación sea rápida y eficaz necesitamos una óptima comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
La comunicación del cerebro con todos los tejidos del cuerpo: piel, músculos, articulaciones y órganos internos, mucosas, discurre principalmente a través de los nervios espinales que pasan por medio de las vertebras.
Lógicamente, cuanto mejor estén alineadas las vertebras, más amplio será el espacio para el pasaje de los nervios, mejor será la calidad de señal y, mejor la comunicación.
En cambio, cuando las vertebras se bloquean y pierden su correcta alineación el espacio entre las vertebras disminuye. Estos bloqueos, que los quiroprácticos llamamos ‘subluxaciones vertebrales’ interfieren con la transmisión de las señales nerviosas y alteran la comunicación del cerebro con los tejidos y órganos.
La alteración de la señal nerviosa provocada por las subluxaciones vertebrales afecta, inevitablemente, la respuesta inmunitaria de los órganos y tejidos relacionados.
Estudios de investigación científica han demostrado que existe una íntima conexión entre el cerebro y el sistema inmunitario.
En el 2001 la revista norte americana ‘Science Daily’ publicó la noticia de que unos científicos de la Universidad de San Francisco habían descubierto que una señal química, que normalmente permite la comunicación de las células nerviosas entre sí también puede dirigir las acciones del sistema inmunológico. https://www.sciencedaily.com/releases/2001/11/011116064459.htm
Desde entonces se han publicado numerosos estudios que demuestran un vínculo claro entre la el sistema nervioso y el sistema inmunitario a nivel molecular.
Por lo tanto, las subluxaciones vertebrales alteran la comunicación nerviosa e interfieren con la correcta función inmunitaria contribuyendo a la inflamación local y remota.
Con el tiempo, aparecen varios síntomas, molestias, trastornos y enfermedades que, aparentemente, no están relacionadas con la columna.
Me refiero a síntomas como insomnio, dolor de cabeza, ansiedad, molestias digestivas, agotamiento o astenia primaveral, constipados frecuentes, alergias, nariz tapada, ojos rojizos, sequedad, picor, sinusitis, o ataques de asma, etc.
Estos últimos son cada vez más frecuentes durante los cambios climáticos, de temperatura humedad y de luz, típicas de la primavera.
¿Por qué algunas personas padecen estos síntomas más que otras?
¿Es por la genética, por el polen,, por los virus, por el estrés o es por tener demasiadas subluxaciones vertebrales?
Sin duda factores como la predisposición genética, la contaminación atmosférica, el exceso de radiación y ondas electromagnéticas, la dieta incorrecta, la falta de hidratación, el estrés laboral, mental y emocional, sobrecargan ciertos órganos y desafían los mecanismos de auto-regulación, auto-regeneración y autodefensa del cuerpo.
Todos estos mecanismos están dirigidos por el cerebro y su objetivo es recuperar y mantener el equilibrio fisiológico a pesar de la presencia de estímulos nocivos, toxinas alimentarias o atmosféricas, virus, bacterias, hongos, etc.
Sin embargo, cuando no logra mantener este equilibrio aparecen síntomas desagradables.
Recordemos que la información nerviosa fluye desde el cerebro a través de los nervios espinales, que pasan entre las vertebras. Esta información afecta la función de todas las células, incluyendo las células inmunitarias.
Tal y como mencioné antes, cuanto mejor alineadas estén las vertebras, mejor será la calidad de la señal nerviosa y mejor la función celular, incluyendo la función inmunitaria.
Así que, usando el lenguaje quiropráctico, cuando tenemos subluxaciones vertebrales nuestros mecanismos de auto-regulación y autodefensa son menos eficaces y somos más propensas a padecer síntomas de astenia y alergias primaverales.
Mi columna está bien porque no me duele.
Esta afirmación puede no ser totalmente correcta. Las ‘subluxaciones’ vertebrales, son inevitables mientras estemos vivos.
Las posturas durante el trabajo o estudio, los movimientos asimétricos repetidos durante la práctica de deporte, la oclusión dental o el apoyo plantar incorrectos, generan tensión muscular asimétrica en los músculos paravertebrales. Como consecuencia, algunas vertebras se giran o se inclinan.
Cuando permanecen en estas posiciones alteradas durante varias semanas, se bloquean e interfieren con la correcta transmisión de señales nerviosas.
Al mismo tiempo empieza el proceso degenerativo (artrosis), que avanza lentamente. Inicialmente no suele haber dolor pero, con los años, el espacio entre las vertebras sigue disminuyendo y los nervios espinales empiezan a sufrir cada vez más compresión. Entonces empezará el dolor muscular de espalda y/o del brazo o de las piernas.
Mientras tanto, suelen aparecer síntomas, como los que mencioné antes: insomnio, dolor de cabeza, molestias digestivas, ansiedad, taquicardia, agotamiento o astenia primaveral, constipados frecuentes, alergias, nariz tapada, ojos rojizos, sequedad, picor, asma, sinusitis, etc., que difícilmente relacionaríamos con la columna.
En mi opinión, es solo una cuestión de tiempo que la investigación científica descubra la importancia de tener una columna bien alineada y libre de subluxaciones para mantener la homeostasis y prevenir enfermedades.
Investigación quiropráctica: buenas noticias.
Dos estudios científicos `publicados en el ‘Journal of Chiropractic and Osteopathy’ demostraron que un solo ajuste o manipulación vertebral aumenta la Interleukin- 2 ( IL-2). Se trata de una citoquina secretada por ciertas células inmunitarias que previene procesos auto-inmunes y destruye virus y células cancerígenas.
Desde luego es una buena razón para seguir haciendo chequeos y tratamientos quiroprácticos.
Algunos consejos prácticos para esta primavera
- Duerme suficiente, 7-8 horas y no olvides desconectar/apagar todos los aparatos electrónicos antes de ir a la cama.
- Comienza cada día haciendo 5-6 minutos de ejercicios para la columna: (https://www.angelaolaru.com/?s=ejercicios+columna)
- Mantén una correcta postura durante todo el día.
- Haz 30-45 minutos ejercicio aeróbico, 3- 4-días a la semana.
- Practica el ‘grounding’: https://www.angelaolaru.com/wp-content/uploads/2016/06/BalanceGrounding.pdf
- Hidrátate bien.
- Come sano. No necesitamos contar calorías sino elegir alimentos alcalinizantes, con máxima calidad nutritiva (ecológicos, no procesados) https://www.angelaolaru.com/?s=dieta+alcalinizante
- Sigue haciendo regularmente revisiones y tratamientos de quiropráctica. Te ayudan mantener la flexibilidad y correcta alineación intervertebral para optimizar la comunicación del sistema nervioso central con todos los sistemas órganos y células del cuerpo. Esto potencia tu inmunidad.